jueves, 24 de enero de 2013

Pags 25-26

Hacia la globalización en la educación
      Para describir la globalización del sistema educativo en América Latina, es clave tener una idea acerca de que mejor define a la globalización y sus efectos residuales en los niveles socio-educativos. En tal sentido, lo ideal es empezar a preguntarse:

¿Qué es la globalización en términos económicos?

      El escritor colombiano y profesor, Gonzalo Morales (2001), define la globalización como "un nuevo orden mundial que proviene de los siete países más ricos e industrializados (Canadá, EE.UU., Alemania, Japón, Italia, España y Australia), con el fin de asegúrese la introducción y la hegemonía del nuevo capitalismo o influencia neoliberal que, no solo impacta a los mercados, sino a las mismas personas.


      Por su parte, Alberto Acosta (2005) define la globalización como "un modelo económico que implica la utilización del capitalismo y que está obligando a todas las naciones del mundo -esencialmente- a adoptar un modelo burgués de producción, después de presionar a introducir un modelo de civilización burguesa monetaria ".

      Sin embargo, en ambas definiciones, la evidencia actual demuestra que la globalización es una mega tendencia con aparente condición unificadora; así como en la economía y en los medios de comunicación, mismos que vienen de los países ricos para luego dirigerse a las naciones pobres.



En tales países, la incidencia de los programas de televisión, películas y tecnología del deshecho, entre muchos otros factores enajenantes; ha hecho que la gente pobre tenga diversión o entrenimiento y así fácilmente se olviden la pobreza en que viven  sumidos (ver Graph1: el mapa de la pobreza frente a la riqueza en la portada del texto).

      Consecuente con lo expuesto por ambos autores; Acosta y Morales, los siete países más ricos decidieron unir el superávit de sus economías; hace 65 años aproximadamente, con la visión de crear los organismos multilaterales de crédito. Por lo tanto, los países ricos ya foraron una arrogante institución a la que le dieron un retoque de 'padrino de los países pobres'; como  parte de la Organización de las Naciones Unidas - ONU- donde se maquinó la desgracia de los pueblos que construyeron una suerte de castillos en el aire.  ​​Estos países fundadores de las mal llamadas Naciones Unidas, no contentos con la desgracia a la que sometieron a los países 'chicos', les conminaron a que firmen de obligada sus cartas de intención para con el nuevo endeudamiento externo.

Es así, que la historia de las nuevas y frágiles democracias en América Latina como de los países del Sudeste Asiático y las naciones subsaharianas,; se vieron y aún se ven acorraladas por el Fondo Monetario Internacional -FMI, el cual no ha dudado un solo momento en hacer efectiva la intervención armada de un país moroso a costa de cualquier mentira. 

De esta manera, el mundo contemporáneo se encuentra una vez más, cara a cara con los dueños y señores del crédito financiero  mundial. lo que parafraseando a Rosseau, 'érase una vez un vivo, que encontró un pedazo de tierra, lo cercó y dijo, esto es mío... y hubo tontos que le creyeron'; así es como se maneja la Banca y crédito financiero internacional. Esto último, a renglón seguido, determina el tipo de currículo que desde afuera desean implantarnos en nuestras escuelas, a fuerza de decretos o vía ministerio de la ley. 
 
      Dicho lo cual, el FMI ha venido a unirse a las frágiles economías mundiales y luego armar los programas de asistencia social, (mediante la participación de organizaciones no-gubernamentales ONG); las cuales operan -como queda dicho-a través de líneas de crédito y con tasas de interés ajustables a los ciclos económicos de cada realidad -pero- para desventura de los países en vías de desarrollo, esto se ha convertido en una pesadilla de nunca acabar.


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